Uno de los problemas habituales en otoño e invierno es la condensación en el interior de las ventanas.Mucha gente piensa que se trata de un fenómeno normal y no le presta atención.
Sin embargo, las gotas de agua en el cristal interior pueden indicar la penetración de una humedad elevada en la habitación (superior al 60%).
Si no se hace nada, esto puede provocar la aparición de moho, hongos y ácaros del polvo.Para evitar estas consecuencias, utilice la función oculta de la manilla de la ventana: la microventilación.
Para ello, gire la manilla 90 grados, como si abriera la ventana por completo, y luego levántela otros 45 grados (hasta la mitad del modo de ventilación).De este modo, una fina corriente de aire fluirá constantemente en la habitación sin enfriarla en exceso.
Es importante recordar que las ventanas ajustadas a microventilación no proporcionan una protección fiable contra los robos, por lo que es mejor utilizar este modo cuando se está en el interior.No se olvide de cerrar las ventanas antes de salir, aconseja Telegraf.news.
Antes se explicaba a los propietarios de pisos en edificios de varias plantas cómo no pagar de más por la calefacción.
Creo que es una función muy práctica para evitar problemas de humedad en casa. Siempre giro la manilla para tener una microventilación constante, ¡es efectivo!